26/2/10

Bla, bla, bla...


No se si en otros lugares pasará lo mismo, pero el deporte olimpico de Andalucía es el criticar. Una buena reunion de señoras sentadas al fresco, no sería lo mismo si no despellejan a todo ser vivo que les pase por delante...
Este deporte suele practicarse con mayor frecuencia en los pueblos, ya que resulta más fácil, menos habitantes, "cultura" más arraigada, todos se conocen... Y van basando su existencia en si la hija del vecino se folla a un negro en la puerta de su casa o en si el marido de la vecina del quinto se tira a la mujer del señor de la portería.

Lo malo de esto es cuando llega alguien como yo, a la que se la repanpinfla dicho deporte, entonces pasas a ser el bicho raro.

Tiene gracia, no son ellos los raros, que critican lo ajeno sin ver lo suyo, no, no, la rara eres tú porque no te gusta meterte en la vida de los demás, ni que se metan en la tuya.


En fin, si eso es ser rara, bienvenido sea el título de madre de las rarezas.



Y luego se asombran por cosas como el mito de que los chinos comen gatos. Pero señoras, si lo suyo es peor...
¡¡Comen personas!!

21/2/10

Fragmentos..


No hay una sensación semejante a la de pensar que vas a morir. Dicen algunos que, en ese momento, todos los instantes importantes de tu vida corren a galope delante de tu memoria en cuestión de segundos. No es así. Lo que sucede es que haces un juicio sobre ti mismo, sobre tu propia estética, sobre tu forma de ver el mundo y verte a ti, y te preguntas si has llegado a ser como quisiste ser, si has obrado en consecuencia con lo que le exigías a tu vida. Y no tienes miedo más que de ti mismo, de no haber sido capaz de ser lo que deberías haber sido, de responder al dibujo que deseabas trazar para tu propia alma. Te miras en el espejo de la muerte esperando estar a la altura de tu propio orgullo. Y si piensas que lo has logrado, puedes incluso sentirte alegre aunque lamentes tu fin. Porque morir es algo gratuito, que sucede cuando menos te lo esperas. Pero vivir en armonía con tu propia estética es un raro priviligio. Y eso, sólo eso, es el valor.

**La Noche Detenida, de Javier Reverte.**

9/2/10

Raro, no digo diferente digo raro..





Y que pasa si no quiero ser como los demás... ¿Que hay de malo en ser diferente?

Definitivamente no nací para ser la oveja que sigue al rebaño, prefiero ser la oveja negra de la familia, la que rompe las reglas, la que vive, la que piensa, la que no sigue las normas impuestas por los demás...

Al fin y al cabo el mundo está del revés, así que cuando todo vuelva a su lugar yo sere la blanca y las negras serán las demás :)

**** No es que yo sea rara... Esque soy edición limitada. ****